Queridos amigos

Estos días me encuentro en las horizontales y aplastadas tierras del Planilandia. En ellas convive una rica variedad multirracial de polígonos, rectas, puntos, y algún que otro círculo. Desconocen las alturas y las profundidades, las montañas y los abismos, las ciudades de altos edificios y el cielo estrellado. Usan un vocabulario limitado en el que las palabras tridimensionales carecen de significado, y donde la lluvia o la sucesión de las noches y los días son misterios inexplicables. No es raro golpearse con el pico de un triangulo o picharse con la punta de una línea, los agujeros son aberturas, la rueda es una utopía, los nudos no existen, y los relojes son realmente complicados.. En ocasiones recibimos la visita inesperada de algún poliedro, aparecen de la nada, crecen, menguan y desaparecen conforme cruzan el plano, muchos les ignoran, y entonces me pregunto cuántas otras dimensiones conforman nuestras propias proyecciones en esta realidad.

Reciban un saludo afectuoso de un amigo.