reportaje
El Radioscopio

Hace una década se descubrió un extraño artilugio oculto en el sótano de la mansión de Faustino Morel. Se desconoce la fecha de construcción de dicho aparato, su fabricante, motivo e incluso función. Además el radioscopio pone nombre de a un programa de divulgación científica en Andalucía y que se emite todos los viernes a las 19h en la emisora Radio Andalucía Información, y cuyo protagonista absoluto es este misterioso aparato capaz de las más extrañas e inquietantes maravillas.

Los responsables

Los responsables de El Radioscopio. En el centro, la directora Susana Escudero, periodista de Canal Sur, que con mano de hierro gobierna todo lo que ocurre en el estudio...bueno, al menos eso es lo que ella intenta. A la izquierda, Emilio García (IAA-CSIC), el divulgador científico y conductor de ese extraño aparato llamado radioscopio. En realidad, no es ni divulgador ni tiene idea de qué es ese aparato del demonio. Sí, es un impostor. De ahí su cara de "alguien me va a terminar por reconocer". Por último, a la derecha, José Miguel Álvarez, el verdadero motor de El Radioscopio. Semana tras semana construye pieza a pieza este programa. Goza con el prestigioso honor de ser el único realizador de sonido cuya unidad móvil es capaz de viajar en el tiempo.

El Viajero

El viajero nos envía cada semana retales de realidades lejanas en tarjetas postales sonoras. Este personaje complicado, indescifrable, enigmático no abdica de sus deberes como ciudadano del mundo para entregarse a la exploración de otros, que examina y piensa con la curiosidad del recién llegado. Turista accidental en muchas ocasiones, su carácter contemplativo no le otorga la facultad del análisis sino la de la objetiva descripción de sus percepciones. En ocasiones sus paisajes se quiebran y surge una grieta por donde se cuela un interrogante, una duda, una ráfaga de aire que abre las ventanas de su cámara, entregándole quizás un motivo para otro viaje. Bon voyage

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El trovador (?)

Los presentadores del programa no daban crédito a sus oídos. El aviso lo dieron los radioyentes. Muchos de sus mensajes (dos) compartían una misma enigmática cuestión: ¿a qué se debía esa acida copla que solía acompañar el final de cada entrevista? y sobre todo ¿quién era el responsable de su emisión? Los dos presentadores juraron y perjuraron ante el director de la emisora que ellos no sabían nada, que ni tan siquiera eran conscientes de que esa extraña música sonaba en mitad del programa, y mucho menos de su emisión. Se dispararon todas las teoría posibles: “una interferencia pirata de un universo paralelo”, “un efecto secundario del mal uso del radioscopio”, “el fantasma de las navidades pasadas”. Poco a poco, la noticia fue corriendo por Internet y el enigmático cantautor (se piensa que compositor e interprete son la misma persona) comenzó a hacerse con un nombre: “el trovador”.

A día de hoy, son varios los investigadores (tres) los estudian este extraño fenómeno que ha generado toda una disciplina científica: la trovadística.

Escuchar las Trovas

La cuadra de actores

De izquierda a derecha: José Antonio Garzón – especialista en acentos extranjeros – sus extraordinarias capacidades fonéticas le permiten interpretar con igual verosimilitud a un mulato francés que a un viejo antropólogo inglés. Ana Tamayo – musa de El Radioscopio - capaz de que el concepto más árido suene como música celestial. José Antonio Meca – el hombre de las mil voces – su prodigiosa versatilidad vocal hace que en realidad nadie sepa como suena su verdadera voz. Juan Luís Sotes – Hace una década… – voz fundamental de El radioscopio, tanto del programa como del aparato.

Angustias Marín, la voz del Radioscopio, capaz de desgranar pildoras de información repletas de datos y números, con la misma facilidad con la que da vida al curriculum de los invitados.