Los coros que se aprecian en esta trova han llevado a algunos investigadores en aventurar la posibilidad de que estemos hablando de un grupo de personas y no de un único “trovador”. Recientes análisis del espectro sonoro de estas segundas voces no arrojan duda alguna: se trata de la misma voz, grabada separadamente e insertada de una manera burda y sin estilo. El ilustre colegio de restauradores – que ha intentado por todos los medios su eliminación - impuso un pleito ya que considera altamente ofensiva la letra de esta copla. El tribunal superior la desestimó ya que no se puede demandar a no se sabe quien.